He pensado en mi trabajo
lo que vale y lo que cuesta
exibirlo entre los puestos
y regarlo de paciencia
estar siempre muy pendiente
de las falsas apariencias
que pondrían en peligro
de mediocres compraventas.
Decorado entre anaqueles
Por momentos se me olvida
que aún existe gente viva
con delgados monederos
y muy gordas osadías
con los ojos bien abiertos
para hallar mi conveniencia
y con unos cuantos pesos
hasta un moño en la pechera
Hay momentos convenientes