La conocí en Puente Alsina,
en el corsito del barrio,
yo iba de presidiario
y ella de colombina.
Jugamos con serpentina,
después con papel picado
y al rato de haber charlado
temblando le confesé,
quisiera mirarla a usted, ¡mamá!,
sin su antifaz colorado.
(Y no, muy fulera no era la mina, claro,
las cuatro hermanas mayores
tuvieron que tirarlas ¡mama mía! (
Porque se lo habré pedido
RECITADO
Se fue acercando mimosa,
mientras abría los brazos,
yo, me esquivé del zarpazo
y ella seguía cargosa.
Cuando la vi peligrosa
Mañana mi sol brillante,
¿dónde te puedo encontrar?
Mañana en el Shangri-lá,
soy la mujer elefante, soy.
Ni Drácula, el Hombre Lobo,