¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro!
Ayúdame a olvidarme totalmente de mí
y así establecerme en Ti,
Inmóvil y tranquila, como si mi alma
estuviera ya en la eternidad.
Ohh, mis tres, mi todo y Bienaventuranza
Soledad infinita, inmensidad donde me pierdo
Me entrego a ti, como víctima de amor
Sumérgete en mi Interior, que yo me sumerjo en ti.
Que nada pueda turbar mi paz,
Que mi vida, sea tan solo
Irradiación de tu amor.
Fuego abrazador, espíritu de amor
Donde, se renueve
su misterio de amor.
Padre mío protege tu criatura
En quien se complace
todo tu ser.