El que era humillado,
el que lo dejó su padre cuando apenas tenía un año,
el que nunca recibía un regalo en su cumpleaños,
y su madre chambeando por él,
así comenzó la historia, la que ahorita contaré.
Dejé mis estudios,
me salí en secundaria me sentía maduro,
de mecánico andaba, también los campos trabajaba para comer,
también boleaba zapatos cuando no había más que hacer
Fue a los catorce años que cambié,
al otro lado yo me brinqué,
y luego le perrié,
era chico y nadie me daba trabajo pero no perdía la fe
No esta tan pelada, andar sin
ningún peso y brincarse
la barda
el desierto te ataca, tienes que ser fuerte
para soportar dolor, hay varios que
no la cuentan, Dios tenga en su bendición
Lavando los platos
fue mi trabajo, en tierras del gabacho
dormía en unos sillones gracias
a mis tíos, los llevo en mi corazón
luego me agarre una chamba
que era de la construcción
A mi madre adelante saque, su trabajo
nunca volvió a ver, me dije, triunfé
soy el que tiempos pasados humillaron
hoy con el que quedan bien
Saludos desde Amapa, Nayarit plebada.