Cuando se despertó,
no recordaba nada
de la noche anterior,
demasiadas cervezas,
dijo, al ver mi cabeza,
al lado de la suya, en la almohada
y la besé otra vez,
pero ya no era ayer,
sino mañana.
Y un insolente sol,
como un ladrón, entró
por la ventana.
Estrofa: (misma estructura)
Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no
tienen mucho sentido,
una vez me contó,
un amigo común, que la vio
donde habita el olvido.