Te vas, te evaporas
transparente.
Me ves, casi nada,
disminuyendo.
Y es evidente
que los dos estamos
casi perfectamente mal.
No puedo acostumbrarme
a olvidarte.
No quiero acostumbrarme
a olvidarte.
Me escondo y luego desaparezco
e inevitablemente yo
ya sin ti, de poco a poco
lentamente, desvanecer.
Te vas, te esfumas
como nube blanca
Me ves, desierto,
como mar de arena.
Y es evidente
que los dos estamos
casi perfectamente mal.
No puedo acostumbrarme
a olvidarte.
No quiero acostumbrarme
a olvidarte.
Me escondo y luego desaparezco
e inevadiblemente yo
ya sin ti, de poco a poco
lentamente, desvanecer.
No puedo acostumbrarme
a olvidarte.
No quiero acostumbrarme
a olvidarte.
Me escondo y luego desaparezco
e inevitablemente yo
ya sin ti, de poco a poco
lentamente, desvanecer.