Un día llorarás sangre,
tu alma estará espesa como tierra,
cegado y obligado a andar a tientas
por una garra hostil y cruel
Te desconocerás,
angustia será el sol que te amanezca;
tu luna, soledad ¿ Qué vida es esta ?
¿ Este soy yo ? ¿ Adónde he caído ?
ACUÉRDATE DEL CRISTO,
QUE DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.
AFÉRRATE AL CRISTO,
QUE DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.
Cuando llegue tu hora,
incorpora en tu fe a ese Cristo
TAMBIÉN EN EL ABISMO
BRILLÓ A DDE NCIÓN !
Un día no habrá en tu alma