El reloj de cuerda suspendido
el teléfono desconectado
en una mesa dos copas de vino
y a la noche se le fue la mano.
Una luz rosada imaginamos
comenzamos por probar el vino
con mirarnos todo lo dijimos
y a la noche se le fue la mano.
Si supiera contar todo lo que sentí
no quedó un lugar que no anduviera en ti,
besos, ternura,
qué derroche de amor, cuánta locura,
besos, ternura,
qué derroche de amor cuánta locura;
que no acabe esta noche, ni esta luna de abril
para entrar en el cielo no es preciso morir,
besos, ternura,
qué derroche de amor, cuánta locura,
besos, ternura,
qué derroche de amor cuánta locura.
Parecíamos dos irracionales
que se iban a morir mañana,
derrochamos no importaba nada
las reservas de los manantiales,
parecíamos dos irracionales
que se iban a morir mañana.
Si pudiera contar todo lo que sentí
no quedó un lugar que no anduviera en ti,
besos, ternura,
qué derroche de amor, cuánta locura,
besos, ternura,
qué derroche de amor cuánta locura;
que no acabe esta noche, ni esta luna de abril
para entrar en el cielo no es preciso morir,
besos, ternura,
y la noche es testigo de esta inmensa locura
besos, ternura,
nuestra ruta de amor se convierte en ternura,
besos, ternura,
qué derroche de amor, cuánta locura,
besos, ternura