A veces recuerdo tu imagen
desnuda en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.
Así me reanuda la sangre
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.
Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti,
y nace un muerto.
Mi mano ahuyentó soledades