De un tiempo a esta parte, muchacha, te noto
más pálida y triste Decí ¿qué tenés?
Tu carita tiene el blancor del loto
y yo, francamente, chiquita, no sé
¿Qué pena te embarga? ¿Por qué ya no ríes
con ese derroche de plata y cristal?
Tu boquita, donde sangraron rubíes,
hoy muestra una mueca, trasuntando un mal
El piano está mudo.
Tus ágiles manos
no arrancan el tema
del tango tristón
A veces te encuentro
un poco amargada,
llorando, encerrada,
en tu habitación.
Y he visto, extrañado,
que muy a menudo,
"de todo te olvidas",
cabeza de novia,
¡nimbada de amor!
¿Qué es lo que te pasa? Contame; te ruego
que me confidencies tu preocupación
Acaso tu pena es la que Carriego ,
rimando cuartetas, a todos contó.
"De todo te olvidas, cabeza de novia",
pensando en el chico que en tu corazón
dejó con sus besos sus credos amantes,
como un ofertorio de dulce pasión
(Repite el Estribillo)