Fuimos tontos los dos, yo en adorarte,
y tú en recompensarme con traición;
si me alejo de tí, es por complacerte,
mas nunca dejaré de quererte.
Cuando me vaya, por mí llorarás,
y estando a solas, tal vez me dirás,
que injustamente te hice sufrir, si por mis celos
sentías morir;
cuando me vaya, sé que sentirás vacío muy hondo
que no llenarás,
y si a otros miras, a mí me verás,
y si a otros besas, en mí pensarás,
cuando me vaya, sé que por mí llorarás.