I)
Corazón, ¿para qué recordar
el perfume que fue su sonrisa de cristal?
¡Corazón, es inútil volver,
porque ya nunca más, nunca más, nunca jamás !
II)
Yo, yo que amé; yo que amé sin final;
hoy debo andar por el mundo hecho luz.
el que se va sin mirar para atrás.
III)(Con los mismos acordes de la segunda estrofa)
¡Corazón! ¡Nunca más!