Dulce muchacha humilde de Palestina,
a vos para ser madre Dios te eligió.
Y cuando desde el cielo te mandó un ángel
para pedir tu consentimiento
vos le dijiste tu esclava soy (bis últimos dos versos).
POR ESO VOY A DARTE E CORAZÓN,
Fue tu materna espera luz de esperanza,
en la que el guricito nació en Belén.