En una mecedora se sentó a comer
Por lo que se veía quería charlar
No me pregunte ni cómo, ni cuándo, ni porqué
Tenía ahí en sus ojos un brillo muy especial
Confusa y temblorosa le temblaba la voz
Blanca como la nieve era su piel pura sal
Tenía grandes dolencias y desgastado el corazón
Quería hablarme solo de su fiel soledad
En esta corta vida hay que conocer
A los que valen mucho y no valen nada
Con solo cuatro gestos hay que comprender
De qué pie cojea y en su caminar
La vida te pone a veces en tu camino dos clases de soledades
Una por cojones y otra que tus momentos suele crear
Yo que tuve por infancia solo un barrio lleno de calles
Una guitarra un primer beso vestido de pubertad
A veces pienso donde quedaron los recuerdos
Si adormitan en el péndulo olvidado que guarda tu corazón
A eso por ejemplo yo lo llamo soledad, nostalgia, yo qué sé
Porque el reloj del tiempo no me hace volver
He dejado tantas cosas con un triste final
Me gustaría haber despedido a mis mayores
antes de que se los llevara el tren