Cuando José, el carpintero,
supo que iba a ser papá,
levantó a María en brazos
para ponerse a bailar.
Nadie puede imaginar
Mirando las estampitas,
nadie puede imaginar
que el esposo de María
era capaz de bailar.
Por la noche conversaban
Cuando José, el carpintero,
supo que iba a ser papá,
levantó a María en brazos
para ponerse a bailar.
Nadie puede imaginar
Mirando las estampitas,
nadie puede imaginar
que el esposo de María
era capaz de bailar.
Por la noche conversaban