Cuando la brisa de invierno se cuela, por mi ventanita,
oigo sonar, oigo sonar, como si un ángel con mano de seda
en mis campanitas tocara un madrigal un madrigal.
Tilín, tilín, tilín, oye que bonito es el tilín,
de mis campanitas de cristal.
Tilín, tilín, tilán, campanas que tañen para mí tan dulce canción,
reir, reir, reir, lindas campanitas de cristal que alegran mis
horas de dolor.
Sonar, sonar, sonar, sólo para mí, sólo para mí campanitas de cristal.