Aunque no quiero, veo que me alejo
y, para que no olvides que te tuve,
te dejaré un mensaje en el espejo
y la posdata dibujada en una nube.
Anoche me seguían los demonios
y no quise llevarlos a tu puerta.
Seré un susurro cuando te levantes,
sombra apenas sobre la luna fría.
Perdona que no me haya contenido
y que haya violado estos umbrales,