Yo que nada buscaba
Tu la aguja en el pajar
yo quieto aquí en mi orilla
y tú incitando a navegar
Yo casi despiadado, malvado
Me diste rosas, mariposas
Ya no sé cual de las dos me hacen volar
Y yo resucitando de una muerte existencial
Y tu llegando simple, porque es simple y nada más.
Dos almas a un latido;
Bienvenido dos corazones
Al inmenso reino del eterno más allá
Y el más acá.
(Estribillo)
Y con el primer trago
Me diste la libertad y me sembraste el caos
en medio de mi paz
Porque la incertidumbre es la cumbre
para estos dos espiritus
Que no se cansan ya
de amar y amar y amar y amar y amar y amar
Y me sembraste un beso
como trampa frente al mar.
Yo caí vencido mas gustoso sin temblar.
Me devolví desnudo y sin escudo
un verso es mi resguardo
Ya sé donde me guardo
El arsenal, este arsenal, el arsenal.
(lo mismo que la primera)