Aroma de mandarinas en la siesta tucumana
Un pacará le hace sombra a la zamba enamorada,
Enamorada de vos, de ver como la bailabas
¡Ay! callejón de la zafra que me llevó a dónde estabas
A La Florida volví a buscarte y ya no estabas
Ni el bandoneón de Don Pancho ni la zamba enamorada
Caliente viento del norte que te arranco de mi alma
Ingenio de La Florida trapiches moliendo caña