Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote. ¡Alelu-ya!
1. ¡Oh Dios! Tú eres mi Dios, por Ti madrugo,
mi alma está sedienta de Ti,
mi carne tiene ansia de Ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
2. ¡Cómo te contemplaba en el santuario