Mi patio se llenaba con la lluvia
del invierno allá en el sur
y era permanente el ruido
de las gotas sobre el zinc
y todas las mañanas la llovizna
se colgaba como un tul
y el barro encementaba las veredas
de la población allá en el sur.
Cerca de las 5 A.M. entraban
las carretas con carbón
bajaban campesinos de los cerros
a vender a la ciudad
la lluvia no paraba de ir pudriendo
los maderos del galpón
y yo que me pasaba preguntando
por el sol allá en el sur
Me iba hacia los muelles
descubriendo la ciudad
allá en el sur
los bosques me enseñaron
lo que es huella y lo que no es
(Em )
me dieron cicatrices
los alambres que estafé
para llegar al campo abierto
donde me iba a navegar.
Tenía por costumbre hacer taguitas
en las playas de Ancud
y en cada huerto lleno de cerezas
dejaba mi sudor
y no era complicado hacerse libre
a la hora de escalar
castillos de madera en las barracas
que aserraban mi canción allá en el
sur
Temblaron mis zapatos
cuando tuve que entender
que allá en el sur
el óxido del tiempo
nunca acaba de roer
(Em )
aunque parezca quieto el río
siempre avanza hacia el mar
y no puedo aferrarme a la orilla
de la barca de metal
V-3-2-0 Sol