Adoro a mi madre
porque le gusta cantar
porque come cerezas
y ama las lentejuelas.
Adoro a mi madre
porque se viste de azul
porque se vuela de a ratos
a épocas intensas.
Porque ahuyentaba el miedo con sus manos
y abría valijas llenas de regalos
y no apagaba la luz hasta verme llegar,
hasta verme llegar.
Adoro a mi madre
porque me deja ser yo
porque vuelve a la vida
después de tantas guerras.
Adoro a mi madre
porque en un acto de amor
me puso a andar en las filas
de un mundo mejor.
Y porque es linda de pies a cabeza
y me enseñó el valor de la belleza,
me enseñó la realidad, de llorar por amor,
de llorar por amor.
Madre, si me soltás me caigo
dicen que eso que llaman el cielo
se parece a tus ojos.
Madre, no quiero tener miedo
hay tanto para ver,
para andar, para hacer en el mundo.
Adoro a mi madre
porque revienta de luz
y desparrama pasiones
sobre esas calles grises.
Adoro a mi madre
porque recicla el dolor
porque renueva las fuerzas
desde esas cicatrices.
Y porque tuvo el mundo entre sus manos
y quedó suspendida en unos años
pero intenta renacer
cada vez que sa - le el sol.
Madre si me soltás me caigo
dicen que eso que llaman el cielo
se parece a tus ojos.
Madre no quiero tener miedo
hay tanto para ver, para andar,
para hacer en el mu - un - do.