Estoy escuchando el tambor,
que me invoca hacia el dolor,
y no sé qué estarás haciendo conmigo.
Sé que es difícil concebir
el vudú que hiciste en mi,
y no sé si en verdad merezco el castigo.
Hay un silencio al rededor,
Bajo tres metros en tierra estoy
Pero aún así escucho tu voz decir
Tres velas negras prenderé para tenerte aquí otra vez,
Con el conjuro en mi canción y otro alfiler al corazón.
Sangre de Luna beberé para poder saciar la sed,
restos humanos junto a mí mientras que tú no estás
conmigo
y se repite el ritmo se agarra oyendo la rola