Sin Ti ver no podría lo más profundo de mi Señor,
ni adherirme, ni conformarme, ni secundarte en tu misión.
El Hijo en Ti se hizo carne y por tu Sí nos reconcilió;
auxíliame en mi combate para acoger tan grande don.
VIRGEN FIEL TODA TU VIDA, MAESTRA DEL AMOR.
MADD SANTA, MADD HUE LDE,
CÚBDME CON TU MANTO PROTECTOR. (2v)
"una espada estará en tu alma"; bajo el madero se cumplió.
Y allí, Bienaventurada, te llamaron Madre nuestra.
Madre mía Inmaculada, guíame a la reconciliación.