Venid, pastorcillos,
venid a adorar
al Rey de los cielos
nacido en Judá;
sin ricas ofrendas
podemos llegar,
que el Niño prefiere
la fe y la bondad.
Verso II
Hermoso lucero
le vino a anunciar,
y magos de oriente
buscándole van;
delante se postran
del Rey de Judá;
de incienso, oro y mirra,
tributo le dan.