Un inglés vino a Bilbao,
por ver la ría y el mar,
y al ver a las bilbainicas,
ya no se quiso marchar
Vale más una bilbainita,
con su cara bonita,
con su gracia y su sal,
que todas las americanas,
con su inmenso caudal.
con su inmenso caudal
con su inmenso caudal