Recordando cosas pasadas
encontré guardado un pañuelo
compañero del desconsuelo
de lágrimas derramadas.
Ese pañuelo que me diste
estaba muy bien perfumado
deliciosamente bordado
que siempre conservaré.
II
Si fuera aquel pañuelo a contar
las alegrías de nuestro ayer,
cual flores bellas fue aquel querer
que no pudo ser triste es recordar.
Tú me entregaste pleno tu amor
y yo mi vida toda te di
porque es que tanto después sufrí,
porque en él vertí gotas de dolor.
I