Linda estaba la tarde que la vi el patio de su rancho acomodando,
y aunque guapo, muy guapo me sentía no pude hablarle y me quedé temblando.
Estaba como nunca la había visto vestido livianito de zaraza
con el pelo volcao sobre los hombros era una virgen que encontré en la casa.
Ni ella ni yo ninguno dijo nada con sus ojazos me siguió quemando
dejó la escoba que tenía en la mano me quiso hablar y se quedó temblando.
Era el recuerdo del amor primero amor nacido en nuestra edad temprana.
Como esas flores rústicas del campo que nacen de la noche a la mañana.
Amor que quedó oculto en los adobes de su rancho paterno tan sencillo
y en la corteza del ombú del patio grabado con la punta del cuchillo.
Me dí vuelta tranqueando dispacito como quien desconfia de una trampa.
Escondiendo recuerdos y emociones entre las listas de mi poncho pampa.
No sé que me pasó Monté a caballo y me fui galopando a riendas sueltas
con todos los recuerdos y emociones
que en las listas de mi poncho saqué envueltas
Linda estaba la tarde que la vi el patio de su rancho acomodando
Y aunque guapo, muy guapo me sentía no pude hablarla y me quedé temblando.