1. Yo soy testigo del poder de Dios,
por el milagro que Él ha hecho en mí,
yo era ciego y ahora veo la luz,
la luz gloriosa que me dio Jesús.
/No, no, nunca, nunca, nunca
me ha dejado,
nunca, nunca, me ha desamparado.
En la noche oscura o en el día de prueba.
Jesucristo nunca me abandonará./
2. Canto con gozo en mi corazón