Soy
un mar en calma al despertar
una esperanza que traerá
mil sorpresas
que me ayudarán
a construir mi realidad.
Hoy
ante una taza de café
frío como el amanecer
me pregunto si alguna vez
tuve en mis manos el poder.
Y como siempre, siempre, siempre,
siempre estoy pensando en ti.
Con tus gestos me provocas
la alegría de vivir.
Y como siempre, siempre, siempre,
siempre estoy pensando en ti.
Tu sonrisa me provoca
la alegría de vivir.
Hoy
ya cerca del atardecer
convino el antes y el después.
La fatiga que me da beber
el sonreir como hice ayer.
Y como siempre, siempre, siempre,
siempre estoy pensando en ti.
Con tus gestos me provocas
la alegría de vivir.
Y como siempre, siempre, siempre,
siempre estoy pensando en ti.
Tu sonrisa me provoca
la alegría de vivir.