No puedo obligarte a que me quieras.
Sabe Dios que no puedo dejar de quererte.
La espina del dolor rasga mi pecho.
Sé que no te alejará la niebla de los días.
No hay un solo motivo por el que quiera olvidarte.
Seré, sin que sepas de mí.
Seré lo que yo quiera ser
El deseo en los besos que des.
Seré lo que tú quieras ser.
Seré. Sin que sepas de mí
El guante que cubra tu mano,
la mano que arañe tu espalda,
alfanje a tu cuerpo ceñido,
seré en tus labios su fina curva.
A tu hoguera de pavesas llego y soy bien recibido.
Seré. Sin que sepas de mí
Seré lo que yo quiera ser.
El guante que cubra tu mano,