1. Tu rostro escondido nos dejas mirar
y un rostro de hermano nos haces buscar.
Oculto en nuestra carne de sudor y de tierra,
y escondido, tu cariño, nos entregas.
Cuando Tú has venido, la vida empezó.
Cuando Tú te fuiste, la vida siguió.
Ahora quieren matarla y esta vida no muere
porque corre por las venas de tu pueblo.
Señor de la vida, del principio y del final,
nuestro corazón está cansado de esperar.
Señor de la vida, de la tierra y del mar,
nuestras voces juntas se entrelazan pa cantar.
2. Nuestro es este suelo y no lo dejaremos,