Entonemos alabanzas a la víctima pascual.
se dió por los hombres a la muerte.
Muerte y vida libraron un combate admirable.
El viviente muerto reina vivo.
Decidnos, María, ¿qué viste en el camino?
Vi los soldados huídos y a Jesucrísto glorioso y vivo.
Junto a sus vestidos, dos ángeles testigos.
Resucitó mi esperanza: y a los suyos infundía calma.
piedad, Rey vencedor, te pedimos.
Amén, aleluya