Creación artesanal,
tus manos son las que hablan.
que grita mil palabras.
confías en su Palabra,
y ofreces, a su Amor,
a tu mujer amada.
trabajo, casa y patria.
Silente al contemplar
¡De ver nacer tu Dios
del vientre de tu amada!
¡Sin proferir palabra!
Silencio eres José.
Silencio tu morada.
Silencio fue tu pan,
silencio tu jornada.
Silencio al contemplar.
Silencio ante la nada.
Silencio en el amor.
Silencio es tu palabra.
Temblabas de pensar
¡para educar a un Dios,
nacido en carne blanda!
tu fe y viril confianza,
tu oficio, tu honradez
y tu presencia casta.
María, en tu mirar,
entiende que la amas.
Le explicas, sin hablar,
que ves a Dios en su alma.
Que juntos librarán
una dura batalla.
¡que su Hijo es Dios, quien salva!