Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
Cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
Sino yo, triste, cuitado,
que ya duele esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son.
Sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.