Quisiera preguntarle a la distancia, si tienes para mí
un pensamiento,
si mi nombre se envuelve en la fragancia, inolvidable
y dulce de tu aliento;
quisiera preguntarle a los ocasos, si aún es tu corazón
nido vacío,
para poder soñarte entre mis brazos, y allá en tu
corazón,
dejar el mío.