Entrar en este verso como el viento
Que mueve sin propósito la arena
Como quien baila que se mueve apenas
Por el mero placer del movimiento
Sin pretensiones sin predicamento
Como un eco que sin querer resuena
Dejar que cada silaba en la oncena
Encuentre su lugar y su momento
Que el soneto nos tome por sorpresa
Como si fuera un hecho consumado
Como nos toman los rompecabezas
Que sin saberlo nacen ensamblados
Así el amor, igual que un verso, empieza
Sin entender desde dónde ha llegado