Mañana, antes de darme en el olvido,
por si ya no estoy contigo,
por si te hablaran de mí,
no creas que me siento desdichada,
no me arrepiento de nada
si tú sigues junto a mí.
Todo lo que te digan y te cuenten
más aquello que se inventen
era antes de que tú
llegaras a mi vida y me enseñaras
que vivir se muere en nada
si no hay alguien que te ama.
Y hoy, mi amor,
que, de repente, reaparece mi pasado,
con las cadenas del fantasma condenado,
me alerta el miedo de si tú creeras en mí.
Por eso pido que mi palabra
sea tu credo más sagrado,
que no me obligues a un adiós involuntario
me quedan tantas cosas buenas que entregarte.
Por favor permíteme darte.
No tuve otra elección, soy lo que he sido,
no me regaló el destino
ni la suerte de elegir.
Querer resulta, a veces, complicado,
pero nada me detiene
si te quedas junto a mí.