¡Oh Señora mía, Madre mía!,
yo me ofrezco toda a Vos
y, en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua y corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy toda tuya,
oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como instrumento y posesión tuya.
Amén.
¡Oh Señora mía, Madre mía!,
yo me ofrezco toda a Vos
y, en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua y corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy toda tuya,
oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como instrumento y posesión tuya.
Amén.