Para que no te fueras de mi sangré mi alma desde el cuello,
Me puse blanco, desvanecí en un ritual de puro hielo,
Para tus ojos blandos me di y me quemé, garganta de fuego,
Para tus ojos puse mi amor echado como un perro
Para que te quedaras aquí corté las flores desde el tallo,
Para que no te dieras cuenta que me llené de fuego
Le puse precio a mi cabeza, perdí en mi propio juego,
Para que no faltara nada que iluminara el ciel
Colgué del sol diez mil espadas, colgué mi propio cuerpo
Para que no te fueras de mi sangré mi alma desde el cuello,