Letra de
Papa Querido Viejo

Después de veinte años,
la vida me devuelve
aquel ansiado amigo
que buscaba y no fue.
Y en ese tiempo ingrato
Papá, querido viejo,
muchacho, amigo mío,
si al fin soy el reflejo
de tu escuela de ley.
Papá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.
(¿Te acordás, aquel día? Mis pantalones largos.
Papá, querido viejo,
muchacho, amigo mío,
si al fin soy el reflejo
de tu escuela de ley.
Papá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.
Papá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.