El tiempo de ti alejado
no ha podido ni podrá
dejarte por olvidado
mi pueblo pago porá.
Tus calles, tu plaza añosa
donde en siesta tropical
pasé mi niñez gozosa
bajo el fresco naranjal.
Mil veces te habré añorado
querida Mburucuyá
pues la dicha que me has dado
mi mente recordará.
Hoy evoco todo aquello
que un día infausto dejé
cegado por falsos brillos
tan solo quiero volver.
Ya mucho sufrí por mi gran error,
mucho padecí oh! cruento dolor
mi Mburucuyá a ti volveré,
pues cansado ya te reencontraré.