Oye, te echo de menos.
No sabes cuanta gente preguntan inocentes, por ti.
Oye, sé que estas escuchando
Aun lo sigo intentando, me busco en el desastre, que fui.
Cuantas veces me pregunto, cual hubiera sido el rumbo,
cual sería la ciudad.
Que me veo hablando sola, y aun así quiero excusarme,
y me cuesta más creerme, toda la verdad.
No es encajar, que ningún tren traiga tu abrazo.
No es esperar en el anden, de este desorden.
Puedo saber, puedo entender y reencontrarme,
pero tu boca esta en la piel de cualquier nombre
Sigo sintiendo el fuerte impulso de llamarte.
Sigo temblando, como quien hace y deshace,
el armar y el desarmarse, el armar y el desarmarse.
Oye, como te encuentras.
Yo siéndote sincera, no he podido si quiera quitar las fotos.
Oye, es que después de tanto, de ser abrigo y frio, de habernos aprendido amar
Y has sabido tantos sueños, te he besado tantos miedos,
hemos visto tanto mar.
Que me veo hablando sola, y aun así quiero excusarme,
y me cuesta más creerme, toda la verdad.
No es encajar, que ningún tren traiga tu abrazo.
No es esperar en el anden, de este desorden.
Puedo saber, puedo entender y reencontrarme,
pero tu boca esta en la piel de cualquier nombre
Sigo sintiendo el fuerte impulso de llamarte.
Sigo temblando, como quien hace y deshace,
el armar y el desarmarse
No es encajar, que ningún tren traiga tu abrazo.
No es esperar en el anden, de este desorden.
Puedo saber, puedo entender y reencontrarme,
pero tu boca esta en la piel de cualquier nombre
Sigo sintiendo el fuerte impulso de llamarte.
Sigo temblando, como quien hace y deshace,
el armar y el desarmarse,
el armar y el desarmarse.