Una noche por delante, demasiadas por detrás
Confesándole a mi almohada que nadie me hace llorar.
Cuando llegan las estrellas, temo que mi sensatez
Subestime mi manía de querer volverte a ver.
Y una vez duerma en mi cabeza, tomará el mando el corazón
Soñaré que tú me despiertas, que aún vive tu apuesta por nosotros dos
Son tan fuertes mis latidos que el sonido de mi voz,
No se escucha, cuando a gritos pide que me haga mayor
Por eso cada noche me muero, después me encuentro un rayo de sol,
Se quedan en la cama mis sueños y me salgo yo
En cuanto cierro los ojos, se me encoge el corazón
Lo que dura un parpadeo es ya una foto de los dos
Y aunque sé que nuestra historia es la que nunca pudo ser
En algunos de mis sueños ser valiente es tu papel
Y una vez duerma en mi cabeza, tomará el mando el corazón
Soñaré que tú me despiertas, que aún vive tu apuesta por nosotros dos
Son tan fuertes mis latidos que el sonido de mi voz,
No se escucha, cuando a gritos pide que me haga mayor
Por eso cada noche me muero, después me encuentro un rayo de sol,
Se quedan en la cama mis sueños y me salgo yo
A veces al hablar de mi vida termino por romper a llorar
Supongo que es así como empiezo a contar lo que quiero decir de verdad
Son tan fuertes mis latidos que el sonido de mi voz,
No se escucha, cuando a gritos pide que me haga mayor
Hasta siempre, compañero, nuestra historia se acabó,
Hasta siempre, amigo mío, ya no hay sitio para dos
Por eso cada noche me muero, y las mañanas me hacen vivir
Así de día tengo mis años y en cambio de noche (en cambio de noche )
Mis años veloces (mis años veloces ) me tienen a mí.