El sol ya se acuesta flojo
y la luna le ha guiñado un ojo.
y las nubes quieren vomitar su ansiedad de llorar.
Mientras camino sus calles
me he encontrado dos peleas de perros.
con un par de zapatillas rotas como mi alma lisiada.
Me encontré un Tin Tan enfermo
y a un niño sin lápiz ni cuaderno.
¡Que locura! ¡Que locura!
Me encontré a la Monalisa llorando en un callejón.
Y dije: no no no no, no no no no no.
Y dije: no no no no, no no no no no.
Me encontré una sanguijuela
cobrando intereses a un ratón
que lo chupa, que lo chupa.
Y a la misma sanguijuela se la chingo un contador.
Me encontré una tumba sola,
que tenía mi nombre y mi epitafio
que me hablaba con voz fría.
Bienvenido a casa mijo,
de esta ya no vas a levantarte.
Ven conmigo, voy a llevarte.
Y dije: no no no no, no no no no no.
Y dije: no no no no, no no no no no.
Esta es la versión acústica incluida en el CD Ebrio