El perfume de su almohada tú lo conoces bien
y la humedad de sus sábanas blancas también
Qué suerte la tuya que puedes tenerlo a tus pies
sintiendo en tu boca sus besos que saben a miel
Mirando como le hablas de amor el tiempo no se detiene
y nada tengo yo que esperar aunque me quede en el aire
Quién como tú, que día a día puedes tenerle
Quién como tú, que sólo entre sus brazos se duerme
Quién como tú
Quién como tú, que tarde a tade esperas que llegue