Tal vez, leyenda fue,
quizás, sólo fue ficción,
dos seres que al besar,
creyeron escuchar,
mil violines de amor.
Y hoy igual que ayer,
fugas del alma al besar,
el e co de un violín,
que suena como a mil,
te hará soñar.
Es la canción del corazón,
es el latír de una ilusión,
qie inspiras tú,
y albergo yo,
que vive en mí,
y vive en tí.
Mi bién no digas que no,
tú y yo, ya no somos dos,
el e co de un violín,
que suena como mil,
nos unió.
Mi bién no digas que no,
tú y yo, ya no somos dos,
el e co de un violín,
que suena como mil,
nos unió.