He encontrado en tu amor la fe perdida, y ahora tiene mi vida una razón,
róbenle el corazón.
Yo sé que en los mil besos que te he dado en la boca, se me fue
el corazón,
y dicen que es pecado querer como te quiero, quizá tengan razón;
pero que ha de importarme todo lo que me digan, si no te he de olvidar,
que si es pecado amarte, yo he de seguir pecando, por qué lo he de negar.
Te he de seguir amando, te he de seguir besando, aunque te vuelva loca,
hasta que me devuelvas el corazón que en besos, yo te deje en la boca.