Que se quede en esa cárcel de oro puro el mejor de los recuerdos.
Que se quede como un broche en tu vestido hasta la última estación.
Que los besos que te pidan otros labios no se atrevan a juzgarlos,
porque nadie los conoce, porque nadie los conoce, como los conozco yo.
Si los trenes que ahora pasan por tu puerta sólo tienen un camino,
y te ofrecen un viaje de ida y vuelta para olvidarlo después.
Tu no sufras que yo guardo tu billete reservado para siempre,
porque nadie te conoce, porque nadie te conoce, como te conozco yo.
Y si alguna vez me quieres encontrar,
tu no dudes que te volveré a cantar
mi mejor canción, mi mejor color,
mi secreta confesión.
En la mesa de tus sueños olvidados dejo una vela encendida.
Yo me quedo en esta cárcel de oro puro que dejaste para mi.
No hace falta que te diga que aquí tienes un amigo para siempre,
Y que nadie te conoce, y que nadie te conoce, como te conozco yo.
Y si alguna vez me quieres encontrar,
tu no dudes que te volveré a cantar
mi mejor canción, mi mejor color,
mi secreta confesión.
Mi mejor canción, mi mejor color,
mi secreta confesión.
-- Para E PRINCESA -- (De tu idiota preferido)