Mientras hago
la mudanza de las cosas de mi vida
aparece tu libreta.
Es la misma
que llenaste de dibujos y poemas
con tu firma.
Una lágrima se escapa
cuando pienso en el momento en
que dijimos hasta pronto
y en aquel último beso.
Y, sonrío cuando pienso
que no se qué es lo que siento,
si es nostalgia o me miento
cuando creo que es recuerdo.
No te olvido, mexicana;
hoy te extraño tanto, mexicana.
Tal vez no sea nostalgia,
es amor con un después;
quizá sea el destino que se empeña en sorprender.
Quién sabe lo que esconde esa libreta del ayer,
quién dice que no es fácil encontrarnos otra vez.
Te imagino en ese instante
en el que estamos frente a frente,
esperando a que te acerques,
siempre fuiste más valiente.
Y, caminas y te acercas,
y ni hablas, solo besas
y me juras que esperabas
mi llegada. (Mi llegada)
No te olvido, mexicana;
hoy te extraño tanto, mexicana.
Tal vez no sea nostalgia,
es amor con un después;
quizá sea el destino que se empeña en sorprender.
Quién sabe lo que esconde esa libreta del ayer,
quién dice que no es fácil encontrarnos otra vez.
Tal vez no sea nostalgia,
es amor con un después;
quizá sea el destino que se empeña en sorprender.
Quién sabe lo que esconde esa libreta del ayer,
quién dice que no es fácil encontrarnos otra vez.
Con todo cariño y admiración a Café Quijano desde México